jueves, 3 de noviembre de 2016

El traductor traidor

Traduttore, traditore dicen los italianos del trabajo del traductor, indicando que una traducción siempre perderá matices sobre el original. El parecido fonético entre las palabras traductor y traidor, también es válido en español, pero esa no es la razón del título de la entrada. Aquí no vamos a hablar de un mal traductor, vamos a ver como un traductor usurpó la personalidad del autor. Aunque quizá no fue culpa suya.

Edvard Grieg compuso sus Seis Lieder op. 48 entre 1884 y 1888. Es una obra que está basada en poemas de autores alemanes. Sin formar un ciclo, esta colección tiene un tema común que se trata desde varias perspectivas, el amor. Hay una de las canciones que destaca por su curioso estilo. Es Die verschwiegene Nachtigall (El ruiseñor discreto), basado en un poema escrito por el Minnesinger Walther von der Wogelweide en el siglo XIII. Es la única pieza compuesta sobre un poema medieval y resulta diferente por el texto y por la música arcaizante que usa Grieg en esa canción.


Edvard Grieg

El resto de poetas escogidos por Grieg son del siglo XIX, o a caballo entre XVIII y XIX. Heinrich Heine, Emanuel Geibel, Ludwig Uhland, Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich von Bodenstedt. Sin embargo, vuelve a destacar un poema, que por su pesimismo no parece de esta época, ni de su autor, Geibel. Se trata de Dereinst, Gedanke mein (Alguna vez, pensamiento). El texto viene a decir que alguna vez el pensamiento estará tranquilo porque si las penas del amor no le dejan sosiego, la fría tierra en la que descansará sin amor y sin penas vencerá todas las pasiones y descansará en paz. 


Dereinst, Gedanke mein,
Wirst ruhig sein.
Läßt Liebesglut
Dich still nicht werden,
In kühler Erden,
Da schläfst du gut,
Dort ohne Lieb'
und ohne Pein
Wirst ruhig sein.
Was du im Leben
Nicht hast gefunden,
Wenn es entschwunden,
Wird's dir gegeben,
Dann ohne Wunden
Und ohne Pein
Wirst ruhig sein.

He resumido el poema y no he querido traducirlo porque, si tenéis paciencia y seguís leyendo un rato, veréis que hay alguien que lo hace mucho mejor que yo.

No hay muchas versiones sueltas de este Lied disponibles en Alemania, pero aquí está la de Marion van den Akker, mezzo, acompañada al piano por Jeroen Sarphati, que pese a su discreto sonido, nos permite escuchar una versión solvente de esta canción.




El tono es siempre solemne. A diferencia de otras canciones de Grieg, el piano no acompaña, subraya más bien, la gravedad del texto. Texto que se acerca más a lo declamado, que a lo puramente melódico. En cualquier caso, una hermosa muestra del compositor noruego como liederista.

Cuando conocí este Lied, hace ya muchos años, me sonó el texto. Esto ya lo había escuchado ya compuesto por Hugo Wolf.


Hugo Wolf

Una de las colecciones de Lieder de Hugo Wolf, de las menos conocidas y grabadas, se titula Spanisches Liederbuch, o sea Cancionero Español. En este ciclo, dividido entre canciones sagradas y profanas, hay un gran número de poetas del Siglo de Oro que aparecen traducidos al alemán por Paul Heyse y... Si, habéis acertado, Emanuel Geibel.

En el Cancionero Español si aparece el nombre de los poetas españoles. En el caso que nos ocupa Emanuel Geibel había traducido un poema de Cristóbal de Castillejo.

Escuchemos el Dereinst, Gedanke mein de Hugo Wolf, del que aún hay menos versiones que del de Grieg, en la voz y el piano de la cantante y pianista búlgara Albena Kechlibareva.





Aclarada la autoría real del poema, la pregunta es... ¿quién es ese tal Cristóbal de Castillejo?

No es un autor especialmente conocido, salvo para los especialistas, imagino. Es un poeta del Renacimiento que tuvo cierta notoriedad al enfrentarse al estilo italianizante de Garcilaso de la Vega o Juan Boscán. Y esto más o menos es lo que estudiamos de este buen hombre en el bachillerato.




Cristóbal de Castillejo

Pero si investigas un poco más la vida del personaje, resulta que además de traicionado por los editores de discos, tuvo una vida bastante azarosa y digna de alguna novela histórica, género hoy tan de moda.

Cristóbal de Castillejo nació en Ciudad Rodrigo alrededor de 1490. Fue clérigo como podemos ver en la imagen, aunque lo de la vocación queda un tanto en duda.

Pero lo interesante de la vida de este hombre, fue que sirvió a Fernando de Habsburgo, hermano de Carlos I, que se convertiría más tarde en Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Castillejo acompañó como secretario al futuro Emperador en sus viajes por Centroeuropa. Poco a poco, su señor fue primero Rey de Hungría, después de Bohemia. Y en todas estas estuvo nuestro buen Cristóbal.

Se enamoró nuestro clérigo de una Dama alemana, Anna de Schaumburg, que lo dejó por un noble bohemio. Así se entiende mejor el poema que escribió para que Grieg y Wolf lo pusieran en música.

Al final, parece que cayó en desgracia con su jefe el Emperador, que se desentendió de él en los últimos años. Castillejo se retiró a un convento en Viena en el que murió en 1550.

Y hasta aquí la historia de este Lied y este poeta. ¡Ah! Se me olvidaba, falta la traducción al español que hizo Castillejo del poema de Geibel, antes de que Geibel naciera.



Alguna vez,
o pensamiento,
serás contento.
Si amor cruel
me hace guerra,
seis pies de tierra
podrán más que él:
allá sin él
y sin tormento
serás contento.
Lo no alcanzado
en esta vida,
ella perdida
será hallado,
y sin cuidado
del mal que siento
serás contento.

 
Cristóbal de Castillejo 

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