Dmitri
Shostakovich, fue el mayor compositor de la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nacido ruso en Petrogrado,
anterior San Petersburgo y posterior Leningrado y ciudadano de la
Unión Soviética para el resto de su vida desde 1917.
Shostakovich
nació el 25 de septiembre de 1906, Fue un niño prodigio y destacó desde muy joven como
pianista y compositor. Obtuvo un gran éxito con su Primera
Sinfonía, compuesta
con tan solo 19 años. Las dos siguientes sinfonías con coro,
Segunda
“A Octubre” y
Tercera
“El primero de mayo”,
nos muestran al compositor veinteañero iconoclasta, dueño de todos
los resortes orquestales. Esta época destaca por una música vivaz y
vanguardista. El estalinismo todavía no había comenzado a sumir a
la Unión Soviética en el estado de terror que llegaría a partir de
los años 30 y, en este clima de relativa libertad, escribe sus
ballets La
edad de oro y
El
perno; sus
Aforismos
para piano o su primera ópera completa La
nariz,
basada en el relato de Nikolai Gogol. Estas obras eran demasiado
experimentales para alcanzar el éxito, y pronto cayeron en el
olvido.
El
final de los años veinte se caracterizó por un acercamiento de
Shostakovich a la música
utilitaria,
todos los artistas que se mantenían al margen del régimen,
encontraban grandes dificultades para trabajar, Shostakovich tuvo que
empezar a hacer concesiones al realismo
socialista.
Shostakovich
inicia los años 30 con su matrimonio con Nina Varsar y con el
trabajo en la que será su segunda ópera y obra más ambiciosa hasta
el momento, Lady
Macbeth de Mtsensk,
basada en la obra de Nikolai Leskov. El 22 de enero de 1934 se
estrena en el Teatro Maly de Leningrado, obteniendo esta vez un gran
éxito de público. La obra se representa en varias ciudades de la
Unión Soviética y en el extranjero siempre con creciente éxito.
Estos años ven el estreno de su Concierto
para piano y orquesta nº 1 y
los trabajos en la composición de la Cuarta
Sinfonía,
su obra más sinfónica más importante hasta ese momento.
En
1936 llega Lady
Macbeth de Mtsensk
al Teatro Bolshoi de Moscú, acontecimiento que marcará a partir de
entonces la vida de nuestro compositor. Es el 26 de enero de 1936, a
la representación va a asistir Stalin, lo que hace que Shostakovich
asista a la representación. Seguimos el relato de Sergei Radamsky,
cantante norteamericano de origen ruso-polaco, que Krzysztof Meyer
recoge, en su obra sobre el compositor soviético, de los
acontecimientos de esa noche: “Stalin, Zhdanov y Mikoyan estaban en
el palco del gobierno, situado encima del foso de la orquesta y a la
derecha, directamente encima del metal y de la percusión. Por lo
demás el palco estaba blindado con láminas de acero para prevenir
posibles atentados provenientes del foso de la orquesta.
Shostakovich, Meyerhold, Ajmateli y yo (como invitados de
Shostakovich) nos encontrábamos exactamente enfrente del palco de
Stalin. Podíamos ver perfectamente el interior del palco; sólo
Stalin quedaba fuera de toda visión. Estaba sentado detrás de una
pequeña cortina que al tiempo que le permitía ver todo el
escenario, le sustraía de las miradas del público. Cada vez que la
percusión o el metal sonaban fortissimo, Zhdanov y Miyokan se
sobresaltaban y se volvían riéndose hacia Stalin.
En
el entreacto pensábamos que Shostakovich sería invitado a acudir al
palco de Stalin. Al ver que en el segundo entreacto no recibía
ninguna invitación nos pusimos todos nerviosos. Shostakovich vio
como se reían y se divertían los tres en el palco del gobierno, se
ocultó en la parte posterior de nuestro palco y se cubrió el rostro
con las manos. La excitación hizo que estuviera empapado de sudor.
Para
desesperación de Shostakovich fue sobre todo la escena de amor del
segundo acto la que más diversión causó a los tres de enfrente.
[…]
[…]
Cayó el telón; Shostakovich no fue llamado al escenario para
responder a los aplausos, Stalin y sus dos camaradas abandonaron el
teatro sin haber expresado el deseo de ver al compositor.” 1
Escena del acto II de Lady Macbeth de Mtsensk que hizo las delicias
de Stalin y sus acólitos en la representación de Moscú en 1936
Dos
días más tarde Shostakovich se dirigió a la estación para coger
un tren con destino a Arkhangelsk, dónde debía dar unos conciertos.
Compro el periódico Pravda
y vio un artículo titulado Caos
en lugar de música – A propósito de la ópera “Lady Macbeth de
Mtsensk”. Shostakovich
comenzó a leer con sorpresa y luego con creciente terror el feroz
ataque a su obra, de gusto burgués, que busca la novedad sin
fundamento y no es lo que espera el público soviético. Había
además una frase claramente amenazante “este juego puede acabar
mal”. El artículo carecía de firma, lo que venía a decir que
expresaba la opinión del partido. Hay quien llegó a decir que el
mismo Stalin escribió o inspiró el artículo. Pocos días después
otro artículo en Pravda
atacó
el ballet El
arroyo claro.
Shostakovich había caído en desgracia y su ópera desapareció de
los escenarios.
En ese momento apareció el verdadero reino del terror en la Unión
Soviética. La NKVD, policía secreta del estado, estaba deteniendo o
asesinando a figuras importantes del mundo de la cultura Maxim Gorki,
Isaak Babel, Vsevolod Meyerhold, Anna Akhmatova, Marina Tsvetaieva,
Marina Grinberg o Heinrich Neuhaus son sólo una muestra de los que
sufrieron represión. En Leningrado todo el mundo daba por hecho que
Shostakovich sería detenido, incluso llegó a ser interrogado por su
presunta pertenencia a un grupo terrorista.
Shostakovich
vivió esos años con el miedo a ser detenido, incluso tenía
preparada una pequeña maleta bajo su cama por si una noche, momento
preferido por la NKVD, venían a buscarlo. En
este orden de cosas, Shostakovich retiró su Cuarta
Sinfonía y
a partir de este momento se vio obligado a componer de una forma más
conservadora para evitar problemas mayores. Con su Quinta
Sinfonía
que Shostakovich definió como “la respuesta de un artista
soviético unas críticas justas”, pudo acallar un tanto las
críticas y proseguir su labor creativa.
4º Movimiento de la Quinta Sinfonía, la respuesta del artista soviético a
unas críticas justas. Orquesta de la WDR de Colonia con Rudolf Barshai
En
esta época comienza a componer su serie de Cuartetos
de Cuerda
en los que se expresa en un lenguaje más personal, es como si el
Shostakovich más oficial quedase para la gran música sinfónica y
el más auténtico para la intimidad de la música de cámara.
Si
no era bastante con tener el terror en casa, en 1941, en el marco de
la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi invade la Unión
Soviética. Shostakovich va a ser testigo de excepción de uno de sus
episodios más dramáticos, el sitio de Leningrado. Inicialmente
Shostakovich se negó a ser evacuado y comenzó la composición de su
Séptima
Sinfonía,
titulada Leningrado
y
dedicada a su ciudad natal. En el asedio fallecieron según cifras
oficiales más de 600.000 de los 3.000.000 de habitantes de la
ciudad. Finalmente el compositor fue trasladado a Samara en la zona
de seguridad y completó la sinfonía que fue estrenada por Samuil
Samosud y la Orquesta del Teatro Bolshoi de Moscú, también
evacuada, el 5 marzo de 1942. Copias de la partitura en microfilm
fueron pasadas, vía Teherán, a los aliados occidentales. De esta
forma, la sinfonía se estrenó en Londres con Sir Henry Wood al
frente de la Orquesta Filarmónica de Londres y en Nueva York por
Arturo Toscanini y la Orquesta de la NBC, como muestra de la
resistencia del pueblo soviético ante el terror nazi. Este
concierto, retransmitido por radio, tuvo más de veinte millones de
oyentes.
Séptima Sinfonía 'Leningrado' en su estreno americano con la NBC y Arturo Toscanini,
radiado a más de 20 millones de oyentes. Shostakovich odiaba profundamente esta interpretación
En
1943 compone la otra gran sinfonía de guerra, la Octava.
Por fin, finaliza la Segunda Guerra Mundial, y Shostakovich está
trabajando en su Novena
Sinfonía.
Tanto por el fin de la guerra, como por el mágico número nueve y lo
que significa en el mundo de la sinfonía, se esperaba una obra
grandiosa que mostrara al mundo entero el valor del pueblo soviético.
Sin embargo, la obra fue una especie de scherzo
sinfónico, inferior en duración al primer movimiento de la Sinfonía
Leningrado
y con algo de grotesco y circense. La reacción de público y crítica
fue de gran perplejidad.
Bien
por esta sinfonía o por la estrechez de miras de los dirigentes
soviéticos, Shostakovich vuelve a caer en desgracia en la llamada
purga de Zhdanov del año 1948, en la que Shostakovich fue acusado de
formalismo y condenado. En esta nueva represión censora también fue
condenado el otro gran compositor de la era soviética, Sergei
Prokofiev.
Pese
a esta condena formal Shostakovich viaja a América para la
celebración del Congreso Cultural en 1949. Shostakovich se niega en
principio a viajar, hasta que el mismo Stalin le telefonea. Desea que
sea miembro de la delegación soviética. Shostakovich le comenta que
un compositor prohibido mal puede representar a su país, a lo que
Stalin le responde que su música no está prohibida, haciendo gala
de la ambigüedad de las prohibiciones de los regímenes
totalitarios, nadie se hace responsable de nada. Shostakovich viaja
finalmente a Estados Unidos, pero sin libertad para poder expresar
libremente sus opiniones.
Para
contentar al régimen, Shostakovich compone su cantata El
canto de los bosques,
a mayor gloria del “gran jardinero”, que no es otro que Stalin.
Stalin
fallece en 1953. Shostakovich estrena su Décima
Sinfonía
en la que expresa todo lo que ha tenido que vivir en los últimos
años. En la Unión Soviética comienza la desestalinización y
Shostakovich es rehabilitado totalmente y reconocido como el mayor
compositor de la época. En 1954 fallece su mujer Nina y Shostakovich
queda totalmente desolado.
2º movimiento de la Décima sinfonía una pintura musical de Stalin y su barbarie.
Con Georg Solti y la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión de Baviera
En
estos años comienza un acercamiento al aparato político de la Unión
Soviética, siendo miembro del partido desde 1960. Además compone
dos grandes sinfonías sobre la historia reciente de su país, la
Undécima
'El año 1905'
y la Duodécima
'El año 1917'.
En
palabras de José Luis Pérez de Arteaga, en este momento
Shostakovich es como un Pimen moderno, el monje cronista de la ópera
Boris
Godunov de
Mussorgsky. Sin embargo, en alguna de sus últimas obras como la
Sinfonía
nº 13 'Babi Yar' también
se convierte en el Iurovidi de la misma ópera, el simple
que
es el único que se atreve a decirle las verdades al zar. La Sinfonía
nº 13
rememora la matanza de judíos en el barranco de Babi Yar en Ucrania
en la Segunda Guerra Mundial, cosa que no gustó nada a los jerarcas
del politburó, dado que la policía ucraniana tuvo una participación
activa ayudando con bastante diligencia a los nazis.
1er. movimiento de la Decimotercera sinfonía 'Babi Yar' con Mikhail Petrenko y el
Coro y Orquesta del Teatro Mariiinski bajo la dirección de Valeri Gergiev
En
1961 se estrenó finalmente la Cuarta
Sinfonía y
en 1963 una versión algo suavizada de Lady
Macbeth de Mtsensk
bajo el nuevo título de Katarina
Ismailova.
Shostakovich vuelve a contraer matrimonio con Irina Supinskaia. En
1965 se encuentra con Benjamin Britten, ambos músicos sienten
admiración mutua y comparten su pasión por Gustav Mahler. En 1966
Shostakovich padece un infarto y pasa varios meses hospitalizado.
Shostakovich
aún compondrá dos nuevas sinfonías la Decimocuarta
para
soprano, bajo y orquesta de cámara, en la que pone en música poemas
de García Lorca, entre otros poetas. Esta sinfonía está dedicada a
Benjamin Britten. Su última sinfonía, la Decimoquinta
se
estrena en 1972. La
salud de Shostakovich fue declinando, falleció el 9 de agosto de 1975, dejando una
producción de quince sinfonías, dos operas, una opereta, quince
cuartetos de cuerda, tres ballets, seis conciertos, música
incidental y para el cine, canciones, y otro buen número de obras
sinfónicas, instrumentales y de cámara.
Cuarteto de Cuerda nº 8 en do menor, op. 110 dedicado por
Shsotakovich a las "Víctimas del fascismo y de la guerra". Versión de su estreno con el
Cuarteto Beethoven en Leningrado el 2 de octubre de 1960
NOTA
1
Meyer, Krzysztof: Shostakovich,
su vida, su arte, su época. Madrid.
Alianza Música 1997, página 173
BIBLIOGRAFÍA
Meyer,
Krzysztof: Shostakovich,
su vida, su arte, su época. Madrid.
Alianza Música 1997
Pérez
de Arteaga, José Luis: Shostakovich:
Madrid. Scherzo, nº especial 3 pags. 174-180
Genial, todos los artículos que publicó son muy interesantes e instructivos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarMe alegro de que te gusten.