lunes, 17 de febrero de 2014

Grandes momentos en la ópera (III): "¡Wotan, esposo, despierta!

Hoy en estos momentazos de ópera, traemos por primera vez una grabación de estudio. Pero no es una grabación cualquiera, era realizar una hazaña nunca realizada. Todos los intentos anteriores fueron truncados por diferentes y desgraciadas circunstancias.

La protagonista de este momento, que fue mágico según aquellos que lo presenciaron y que desde luego sigue impresionando a los que lo escuchamos, no es otra que la más grande, Kirsten Flagstad.

La Segunda Guerra Mundial ha finalizado, la llamada Edad de Oro del canto wagneriano, con cantantes nacidos en su mayoría en el siglo XIX envejece. Es ley de vida. Lo triste es que los mejores cantantes, no han dispuesto de los mejores medios técnicos que den testimonio de su arte superior. En el momento en que comienza a desarrollarse la técnica del sonido grabado con unos resultados que se denominarán de alta fidelidad, los más grandes ya no están o sus condiciones vocales están declinando.


Kirsten Flagstad en los años cuarenta

En 1952, en Londres con la Orquesta Philharmonia y con la dirección de Wilhelm Furtwängler se va a realizar la grabación del primer Tristan e Isolda completo en el estudio de grabación para el sello EMI. No es el primero en estudio, dos años antes en Leipzig el sello URANIA ha grabado la obra, pero con el corte habitual en el dúo del segundo acto para no fatigar a los cantantes. La grabación de Londres reúne al principal director en esta obra y a la Isolda ideal, Kirsten Flagstad. Su Tristan, Lauritz Melchior ya se ha retirado. Aquí el papel es encarnado por el noble Ludwig Suthaus. La grabación es un milagro. El mejor Tristan e Isolda jamás grabado, pese a que no es una grabación perfecta. Kirsten Flagstad con cincuenta y siete años, no es la Isolda de los años treinta y cuarenta, pero... ¿qué más da?

Disfrutemos del Preludio y de la Muerte de Isolda de esta grabación mágica con Kirsten Flagstad, la Orquesta Philharmonia y Wilhelm Furtwängler.


Flagstad hizo sus últimas grabaciones con EMI en 1953, entre ellas un Dido y Eneas de Purcell. No iba a participar en el programado El anillo del nibelungo que iba a grabar el sello británico con Wilhelm Furtwängler. La elegida para cantar Brünnhlide fue Martha Mödl. Si el primer intento de grabación del Anillo en estudio con Bruno Walter, también en EMI, fracasó por la llegada al poder de los nazis en Alemania y por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el segundo con Furtwängler quedó inacabado por el fallecimiento del director musical nada más finalizar la grabación de La Walkyria en 1954.

Cuando parecía que Kirsten Flagstad se iba a retirar definitivamente, llegó la oferta de otro sello discográfico británico, DECCA. Flagstad se iba a encontrar allí con el otro gran monstruo de la dirección wagneriana, Hans Knappertsbusch. Con Kna Flagstad iba a realizar algunas grabaciones en estudio, entre las que destacan unos bellísimos Wesendonk-Lieder de Wagner con la Orquesta Filarmónica de Viena. Escuchemos el último de ellos, Träume (Sueños), el único de los cinco orquestado por Richard Wagner, el resto fueron orquestados por Felix Mottl.


DECCA se había lanzado a su propia grabación del Anillo, fue en 1951 en la reapertura del Festival de Bayreuth, en vivo y con Hans Knappertsbusch. Problemas técnicos, alguna toma fallida, y contractuales,  algunos cantantes tenían contrato con EMI y ésta vetó la publicación; hicieron que sólo en 1999, el sello TESTAMENT casi cincuenta anos tras su grabación pudiera comercializar El ocaso de los dioses dirigido por Hans Knappertsbusch. DECCA volvió a la carga con el Anillo en 1955, hoy sabemos que grabó completo el Anillo dirigido en Bayreuth por Joseph Keilberth, editado nuevamente por TESTAMENT. Pero DECCA no publicó nada de esto, se limitó al Parsifal con Knappertsbusch (1951) y a El holandés errante (1955) y Lohengrin (1953) ambos con Keilberth.

Buena parte de la culpa estaba en el proyecto de grabación en estudio del Anillo. El máximo responsable de DECCA, Maurice A. Rosengarten quería a Knappertsbusch como director del Anillo. El joven productor John Culshaw se iba a encargar de hacerle ver que el viejo Kna, espectacular en las salas de concierto y teatros, era bastante inadecuado en el estudio de grabación. Su apuesta era un director joven y puesto técnicamente al día, Georg Solti.

DECCA iba a realizar una prueba, en la que contó con la veterana Flagstad. Grabó el primer acto de La Walkyria con Knappertsbusch, Flagstad fue Sieglinde, y el tercero más el Anuncio de la muerte del segundo acto con Solti y Flagstad como Brünnhilde.

No sé qué haría Culshaw para convencer a Rosengarten, porque el repaso artístico que le dio Knappertsbusch a Solti en estos discos de prospección es de primer nivel, quedando el bueno de Solti en un lugar muy inferior al de su veterano colega.

Sea como fuere, DECCA comenzó a grabar el Anillo en estudio con Georg Solti y la Filarmónica de Viena. Para el proyecto no se contaba con la veterana Kirsten Flagstad... ¿o tal vez si?

En 1958 se grabó El oro del Rin. DECCA pidió a Kirsten Flagstad que participara ¡cantando el papel de Fricka! Y, aunque pueda parecer increíble, la cantante noruega accedió.

Noruega no tenía una ópera propia. Tras su retirada de los escenarios Kirsten Flagstad trabajó para crear una compañía nacional de ópera en su tierra natal. La compañía de la Ópera Nacional Noruega fue creada por Flagstad en 1957 y ella fue su primera directora entre 1958 y 1960. En la preparación de lo que sería esta compañía Kirsten Flagstad cantó su última Brünnhilde en El ocaso de los dioses el 10 de enero de 1956, en la Gran Sala de la Universidad de Oslo con las Orquestas Filarmónica de Oslo y de la Radio de Noruega unidas para la ocasión bajo la dirección de Øivin Fjeldstad. Por esta época estaba Flagstad negociando con DECCA su participación en el Anillo, Flagstad accedió a cantar a cambio de que DECCA grabase la transmisión radiofónica.

Al final Flagstad iba a participar en la primera grabación en estudio del Anillo. Y ahora viene el momento al que hacía referencia en la introducción y que demuestra aquello de que no hay papeles pequeños, si el intérprete es grande. En el estudio de grabación instalado en la Sofiensaal vienesa está todo preparado. Alberich acaba de robar el oro, el interludio orquestal nos lleva a las montañas, el tema del  Walhall, todavía no ocupado por los dioses, suena bello y poderoso. Finaliza el interludio, Fricka canta una frase (1:24), Wotan, Gemahl, erwache! (¡Wotan, esposo, despierta!). Sólo esta frase y todos en la Sofiensaal volvieron la cara sorprendidos hacia la soprano noruega... ¡que voz!

Escuchemos esto y un poco más con el poderoso Wotan de George London y la Filarmónica de Viena dirigidos por Georg Solti. Las réplicas que sigue dando Kirsten Flagstad a su marido en la ficción, siguen demostrando que hay magia en algunas grabaciones.




DECCA cumplió su parte y grabó El ocaso de los dioses de Oslo. En CD sólo ha editado la escena final. Finalmente, había aparecido en sellos privados, el sello NAXOS la ha editado completa, lo digo por aquellos que cumplan años pronto y no sepan qué regalarse.

Como no podía ser de otra forma terminamos con este Ocaso, las Filarmónicas de Oslo y la Radio de Noruega dirigidas por Øivin Fjeldstad acompañan a la poderosa Brünnhilde de Kirsten Flagstad a sus prodigiosos sesenta años. Es el formidable ocaso de una diosa.




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